Los cazadores-recolectores modernos tienen en sus tripas una microbiota (conjunto de microbios) más diversa que los europeos urbanos, pero carecen de algunas especies notables.
WIKIMEDIA, ANDREAS LEDERER
Autor: Marco (Anthropology and Practice). Aprende más sobre mi y estate al tanto de mis publicaciones en Instagram.
The Hadza de Tanzania son una pequeña comunidad de cazadores-recolectores, algunos de los últimos vestigios de la vida paleolítica. Un nuevo análisis comparativo, publicado esta semana (15 de abril) en Nature Communications, revela algunas diferencias notables entre los microbios intestinales de Hadza y los agricultores rurales o los habitantes urbanos, incluyendo un mayor número total de taxones microbianos en el Hadza, además de una notable falta de ciertas especies en las tripas de personas de este grupo.
El microbioma intestinal de Hadza tiene una combinación totalmente única de bacterias de cualquier población occidental, o población africana rural, que ha sido muestreada «, dijo a Wired la coautora del estudio Alyssa Crittenden, antropóloga nutricional de la Universidad de Nevada en Las Vegas.
Las muestras fecales de los cazadores-recolectores carecían de Bifidobacterium, un grupo de bacterias que se cree que son importantes para la salud intestinal. Por otra parte, el Treponema era abundante entre los individuos sanos de Hadza, cuando en otras poblaciones, las mismas bacterias han sido ligadas a enfermedades, incluyendo el lupus. Cuando vemos estas bacterias en las poblaciones occidentales, son quizás una señal de advertencia «, dijo Amanda Henry, una de las autoras del estudio e investigadora del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, a National Geographic’s Not Exactly Rocket Science. «Pero Hadza tiene muchos de estos y parece que le va bien.»
La diversidad genética, en lugar de especies particulares, podría ser un criterio más importante para determinar la salud de un microbioma, propusieron los autores en un comunicado de prensa. Estos hallazgos ilustran la necesidad de reevaluar los estándares por los que consideramos[la microbiota intestinal]»saludable» o «insalubre», ya que son claramente dependientes del contexto «, escribieron los autores en su informe.