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Las caretas del amor en Sombras del adiós, la espera y la destrucción de Sergio Gamboa Vega

abismo

Por Francois Villanueva Paravicino

El libro del historiador sancristobalino le canta a los amores e ilusiones que sintió el poeta en los ardores de la juventud.

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El poeta Sergio Gamboa Vega escribió Sombras del adiós, la espera y la destrucción (2008) cuando sintió la necesidad de expresar sus primeras pasiones, sus inicios amorosos, sus grandes ilusiones. Aunque al inicio se inclinó por la Historia y por el conocimiento de los grandes saberes históricos de nuestra región, nuestro país y del planeta, sus sentimientos y emociones como hombre que siente y sabe, que sufre y que ama, le inspiró escribir este poemario que anteriormente nunca tuvo una presentación oficial, sino que hace unas semanas tuve la deferencia de hacerlo junto con el pintor Salvador Bretón y la comunicadora social Pamela Condori.

Hablar de poesía es referirse a la palabra de dios o como la conciencia universal de los hombres que se repite una y otra vez en la voz de cada poeta. Aunque esta repitencia tiene un sello personal, un rasgo íntimo, una marca original. Esa literatura producida tiene la característica de un palimpsesto, un texto que ha sido reescrito una y otra vez. Los rastros poéticos en la poesía de Sergio Gamboa, en ese sentido, tienen un aire de Francesco Petrarca, Gustavo Adolfo Bécquer, José Ángel Buesa, Pablo Neruda y otros poetas románticos.

Los demonios personales del historiador ayacuchano que estudió en la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga (UNSCH), Sergio Gamboa Vega, son los siguientes: el amor, la soledad, la separación amorosa, la muerte, el deseo, el sufrimiento amoroso, los recuerdos del amor, el primer amor, entre otros. Existen poemas a veces desequilibradamente líricos, hasta el punto de ser cantos que a ratos parecen ser recitados por un hombre que, de tanto sufrir, anhela hallar una muerte que alivie sus pesares.

Los poemas de este poemario son en verso libre, cuyo uno de sus pioneros fue el poeta moderno Charles Baudelaire. En este libro de Sergio Gamboa Vega existen poemas en versos de arte menor, pero la mayoría son versos en arte mayor. Algunos poemas se dividen en estrofas, pero otros son de una sola estrofa; sin embargo, son la mayoría las que están divididas en varias estrofas.

El poeta Sergio Gamboa Vega utiliza las figuras retóricas del oxímoron, la antítesis, los epítetos, la animación, la enumeración, la sinestesia, entre otros. Es decir, existe una conciencia artística por parte del hablante lírico de los poemas para hacer de su discurso poético uno estético, conmovedor, romántico. Por ello, se vale de la retórica, del uso de formas figurativas y simbólicas que aumentan su valor literario.

Como un caso insular, también el autor de Sombras del adiós, la espera y la destrucción le canta al rechazo de la corrupción política en el país. Es decir, con tono declamatorio y aires románticos el poeta hace una poesía contestaria, política, comprometida con los intereses nacionales. En efecto, existen uno o un poco más de un par de poemas que son de tinte social y contestario, aunque, como dijimos, son casos insulares.

Sin embargo, el sentimiento idealista de Eros, de un amor puro y sincero, es lo que prima en los poemas. El poeta Sergio Gamboa lo bifurca con Tánatos, el deseo de la muerte, que se puede observar en muchos de sus poemas. Ese impulso destructivo es la consecuencia de un amor contrariado, desdichado, que sufrió una ruptura dolorosa, como si fuera un final inesperado y doloroso.

Existen varias formas del amor en este poemario: el amor que se termina y se despide, el amor cándido e idealista, el amor que existe en la soledad y el abandono, el amor perverso que juega con los sentimientos, el amor que destruye todo a su paso, el amor que provoca la felicidad o la infelicidad, el amor y la desesperación, el amor contrariado o desdichado, entre otros.

En los poemas de Sergio Gamboa Vega existe la intimidad y la subjetividad, ya que reflejan los pensamientos y sentimientos personales del poeta hacia una persona amada. Además, posee una dualidad de sentimientos. A veces, los poemas de amor de Sergio Gamboa reflejan el conflicto entre el deseo y la responsabilidad, el amor y el sufrimiento, o la atracción y el miedo. Y también tienen una versatilidad de formas y estilos. La elección de la forma poética a menudo está relacionada con el tono y el contenido del poema.

Finalmente, como conciencia artística, el poeta, a través de su hablante lírico, le canta también a la poesía, al arte de los versos, de los ritmos y de las rimas. Con la poesía se personifica la perpetuación del amor que el poeta sintió por su amada, el ser que más amó en vida. Y a través de la poesía, el poeta eterniza a su amada. Como aquel refrán muy conocido: “enamorarse de un poeta es no dejarte morir jamás, porque en sus letras vivirás eternamente”.

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Francois Villanueva Paravicino

Escritor. Cursó la Maestría en Escritura Creativa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Estudió Literatura en la UNMSM. Autor de Cuentos del Vraem (2017), El cautivo de blanco (2018), Los bajos mundos (2018), Cementerio prohibido (2019), Sacrificios bajo la luna (2022), Los placeres del silencio (2023). Textos suyos aparecen en páginas virtuales, antologías, revistas, diarios y/o. Mención especial del Primer Concurso de Poesía (2022) y de Relatos (2021) “Las cenizas de Welles” de España. Semifinalista del Premio Copé de Poesía (2021). Ganador del Concurso de Relato y Poesía Para Autopublicar (2020) de Colombia. Ganador del I Concurso de Cuento del Grupo Editorial Caja Negra (2019). Finalista del I Concurso Iberoamericano de Relatos BBVA-Casa de América “Los jóvenes cuentan” (2007) de España.