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La Ruptura entre la Ficción y la Realidad en Black Berry

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Un humor ácido, escalofriante y tétrico, desborda en el mundo de “Black Berry” de los escritores ayacuchanos Carlos Vilca, Piero Castro y Eliot García, quienes han creado una atmósfera posmoderna, donde los límites de lo verosímil y lo inverosímil se difuminan y crean un espacio donde lo irreal, en este caso, es menos absurdo de lo que parece.

Lo primero que llama la atención en este cuento largo o relato extenso (viéndose como sinónimos estos), titulado “Black Berry” (Amarti Editores) es la propuesta de gran calibre vanguardista y posmoderno que hay en ella, una metaficción que piensa el oficio de la escritura desde una perspectiva lúdica, cuestionadora, y de importancia de vida o muerte, que desarrollaremos en este somero análisis.

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Autor: Marco (Anthropology and Practice). Aprende más sobre mi y estate al tanto de mis publicaciones en Instagram.

El escritor Jhon Culo, es descrito como un personaje netamente patético, fofo y frívolo, que le gusta repetir la palabra “cerdo”, que le es singularmente propia como la ignominia de su apellido. Se dice de él: “Obeso, piel blanca, cabello rojizo y escaso; sufre astigmatismo; edad: 33 años; escritor y periodista de la sección de espectáculos”. Es un sujeto castrado, nos dirían Freud y Lacan si lo vieran.

Es un autor desadaptado que viviendo en el Perú sueña ganar el Pulitzer norteamericano, que saborea como marrano mientras digita sus textos literarios, que según él son una maravilla, pese a que hasta sus propios personajes ven en él un no-dios cruel e inhumano, como el protagonista Black Berry, que ha perdido a sus padres por culpa de un tiranosaurio y a su pareja con su hija por la caída de un meteorito.

El héroe epónimo, o acaso antihéroe, tiene que vengar a los suyos. Y aprovecha que su progenitor, aquel ser despreciable, deja la computadora y se va a dormir. Entonces, literariamente, el personaje entra al mundo verdadero de su autor, dispuesto a matarlo. Con innovación temática, Black Berry busca entre las calles peruanas la vivienda de su futura víctima, y tras algunos datos logra su cometido.

Los seres de la literatura, esos enlaces de palabras, son peligrosos; nos dicen los autores, no se juega con fuego. Tienes que tener mucho cuidado con lo que piensas al intentar vivir de la creación. Y como rezan los refranes, nuestras obras literarias son nuestros hijos que por sí solo deben crecer, tomar independencia y defenderse por sí mismos. El exilio, el suicidio, la deshonra, la pobreza, el fracaso de su autor, son sus rostros más paupérrimos.

La entrega de estos jóvenes “Lit” nacidos contemporáneamente en 1988 y fallecidos con ironía en 2012, puede ser considerada un libro antiestético, pues no faltan las malas palabras como las calles Nalgones o calles Gilipolleses, o la elaboración de un ambiente sórdido y retrucado. No obstante, esta antiliteratura, que es inherentemente a su contraparte, pone en gran evidencia la metaficción que ella quiere desplegar temáticamente.

Para ello se vale del uso sardónico, de la herramienta sarcástica, que hace más legible el desenvolvimiento de la trama narratológica. Las creaciones grupales en la literatura siempre han existido desde los manifiestos, logró auge en la Vanguardia, y hoy es una buena opción de los escritores noveles, afirmados o consagrados. Su eficacia está en la coordinación armoniosa de la obra, y creo que en gran medida eso está logrado en “Black Berry”.

Entre las innovaciones formales encontramos el uso de monólogos interiores, juegos de palabras, presencia de pictogramas, diálogos con formas de las redes sociales, letras pintadas de negro, alteridades desdobladas, el dato escondido, estilo de novela negra, que vuelven rico estilísticamente esta propuesta innovadora que enriquece y lidia con la literatura ayacuchana tradicional.

Francois Victor Villanueva Paravicino

Escritor peruano (Ayacucho, 1989). Bachiller en Literatura por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Finalista del I Concurso Iberoamericano de Relatos BBVA-Casa de América “Los jóvenes cuentan” (2007). Textos suyos aparecen en la antología Recitales “Ese Puerto Existe”, muestra poética 2010-2011 (2013). Ha publicado el libro de relatos Cuentos del Vraem (2017) y el poemario El cautivo de blanco (2018). Tiene diversas publicaciones literarias en antologías, revistas y diarios. Actualmente cursa la Maestría en Escritura Creativa de la UNMSM.


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Anthropology and Practice (Marco)

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