La novela de este docente ayacuchano se contextualiza en los parajes remotos de Oreja de Perro, Chinchibamba, Moyabamba, Chuschi, entre otros poblados altoandinos de nuestra tierra.
El exterminio (Editorial Apogeo, 2023), de Óscar Tumbalobos Cabana, se contextualiza en los parajes remotos de Oreja de Perro, Chinchibamba, Moyabamba, Chuschi, entre otros poblados que, como conocen los entendidos en los límites del Estado, han sido olvidados durante mucho tiempo por las autoridades, los funcionarios y por las arcas estatales.
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Y todo ello ambientando en los años ochenta y en los noventa de nuestra patria, cuando Sendero Luminoso comenzó con sus acciones revolucionarias, incendiarias y sanguinarias, lo que provocó la respuesta de los militares, los policías, la Guardia Republicana, entre otros entes de las fuerzas del orden peruanas de entonces que actuaron también con brutalidad, ensañamiento y represión salvaje.
Los personajes de esta novela son los campesinos que solo subsistían gracias a sus siembras, los comerciantes que deseaban poseer una escuela para sus hijos, los miembros de Sendero Luminoso que incursionaron donde ellos para difundir la ideología marxista, leninista y maoísta, y luego amenazar de muerte a los disidentes o, incluso, asesinar a los que creían culpables; también son los miembros represivos del Estado, que se movilizaban de pueblo en pueblo para cazar terrucos, las autoridades comunales que no sabían cómo actuar al estar entre la espada y la pared, las víctimas (ya siendo asesinadas, ultrajadas sexualmente, violentadas o torturadas) que sufrieron demasiados abusos y vejaciones que lo lamentarían de por vida.
Y toda la trama de esta novela, es decir, el núcleo que sostiene esta obra narrativa, es la historia del joven Tito, un hijo de campesinos, al inicio analfabeto y quechuahablante, que es acusado de ser terrorista y que, luego de comprobada su inocencia, se une a los militares, donde uno de sus representantes lo adopta como a un nuevo hijo y le ofrece una vida digna como miembro militar del Estado. En dicho tránsito existencial, el joven Tito será testigo de los enfrentamientos de los militares contra los pobladores, contra los senderistas y contra todo lo que consideren una amenaza ante sus acciones.
Así esta novela tiene un carácter testimonial, casi biográfico, de contenido histórico, que engruesa la literatura sobre la violencia política como lo fraguaron Julián Pérez Huarancca, Sócrates Zuzunaga, Miguel Gutiérrez, Dante Castro, Mario Vargas Llosa, Teodosio Olarte Espinoza, etcétera; y, también, tiene cierto aire de literatura posneoindigenista, que todavía sigue vigente y que continúa cosechando cultores férreos que creen en el camino trazado por José María Arguedas, Ciro Alegría o Manuel Scorza, quienes son sus referentes más inmediatos, ya que el Perú profundo es netamente andino, quechua e indigenista.
Uno de los grandes méritos de este libro es la fiel reproducción de los discursos senderistas en las incursiones pueblerinas que forjaban para difundir su mensaje revolucionario, pues respetan el mensaje ideológico y político de los seguidores de Abimael Guzmán, lo que revela que el autor ha investigado, tanto en libros como a través de fuentes orales fidedignas, para poder escribir esta novela que, como otros libros de logro mayor, han elaborado un gran trabajo de documentación.
También se encuentra la contraparte, que son las fuerzas del orden represivas, cuyos altos mandos eran de Lima, es decir, del espacio moderno, civilizado, hegemónico; que eran totalmente diferentes a los pueblos que, como lo dijo el Nobel peruano don Mario Vargas Llosa cuando visitó Uchuraccay para escribir el informe sobre el asesinato de los periodistas, parecían a aldeas de la Edad Media o, incluso, en total estado de primitivismo humano; donde, como se vio a través de la Historia del Perú, los derechos humanos universales podían ser vulnerados con total impunidad.
Por ello, el escritor Óscar Tumbalobos Cabana ―que ha elaborado libros nacidos de la tradición oral de la región de Ayacucho a través de los mitos y leyendas, donde nos muestra personajes fantásticos, históricos, telúricos, quienes dan origen a la microhistoria geográfica, toponímica y mística de cada zona― se sumerge en la literatura de la violencia política para contar su versión de los hechos como testigo de parte. Como fiel escribano de la realidad ayacuchana y como escritor de su tiempo y de su tierra, este libro también ayudará a conocer mejor aquellos años de violencia e incertidumbre nacional que afectó a todos los peruanos.
La literatura de la violencia política es un género literario que se enfoca en representar y reflexionar sobre los conflictos, la represión, las revoluciones y otros eventos relacionados con la violencia política en la sociedad. Estas obras literarias suelen abordar temas como la lucha por la libertad, los derechos humanos, la opresión, el sufrimiento y la resistencia. A lo largo de la historia, diferentes países y culturas han experimentado periodos de violencia política, y muchos escritores han utilizado la literatura como medio para expresar sus ideas, emociones y experiencias sobre estos eventos. Uno de estos paladines es el señor Óscar Tumbalobos, docente y escritor ayacuchano, quien nunca ha desmayado en su fe en la literatura.
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Francois Villanueva Paravicino
Escritor. Cursó la Maestría en Escritura Creativa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Estudió Literatura en la UNMSM. Autor de Cuentos del Vraem (2017), El cautivo de blanco (2018), Los bajos mundos (2018), Cementerio prohibido (2019), Sacrificios bajo la luna (2022), Los placeres del silencio (2023). Textos suyos aparecen en páginas virtuales, antologías, revistas, diarios y/o. Mención especial del Primer Concurso de Poesía (2022) y de Relatos (2021) “Las cenizas de Welles” de España. Semifinalista del Premio Copé de Poesía (2021). Ganador del Concurso de Relato y Poesía Para Autopublicar (2020) de Colombia. Ganador del I Concurso de Cuento del Grupo Editorial Caja Negra (2019). Finalista del I Concurso Iberoamericano de Relatos BBVA-Casa de América “Los jóvenes cuentan” (2007) de España.
