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La singular propuesta poética contemporánea en Hermanos elfos de Carlos Casas

La singular propuesta poética contemporánea en Hermanos elfos de Carlos Casas - ciencias-sociales - hermanos elfos

Por Luis Eduardo Lino Salvador

El catedrático sanmarquino y representante de la Asociación Peruana de Retórica reflexiona sobre el último poemario del poeta ayacuchano y afirma que es una invitación al lector para transitar por mundos mágicos.   

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 La lectura de Hermanos elfos (Editorial Amarti, 2023) de Carlos Casas inevitablemente contrasta con las características dominantes de la poesía peruana última, a saber: el lenguaje coloquial, el prosaísmo, temáticas del cuerpo, la violencia, exploración del yo, el uso de términos de redes sociales o experimentaciones con las nuevas tecnologías. En otras palabras, Hermanos elfos se aleja de dichas características y sitúa al lector en un tipo de poesía cuyas referencias y practicas remiten a fines del siglo XIX e inicios del XX.

Asimismo, desde esta idea los movimientos literarios con los que se inscribe y dialoga el poemario de Casas son el simbolismo y el modernismo; sin embargo, no se trata de un retroceso o una añoranza por revivir estas formas de escritura. Vale decir, la propuesta de Carlos Casas consiste en actualizar una forma de escritura que forma parte de la tradición –que tiene labrada una tradición– en un nuevo contexto de enunciación, la poesía peruana del siglo XXI, con la finalidad de confrontar y dinamizar las prácticas poéticas dominantes.

La toma de posición del poemario con relación a las nuevas formas de escritura poética se identifica en el paratexto. Dicho epígrafe recoge un fragmento de “Autumnal” de Rubén Darío, versos que, sin duda, condensan el credo estético que configura a la voz poética de Hermanos elfos: hada, alma, luz, calor, aroma, vida. Estos elementos, considero, se encuentran presentes en los treinta poemas que lo conforman. Asumir los versos de Darío, se remarca, evidencia la postura enunciativa del poemario, revela el lugar desde el que habla la voz poética, la tradición en la que se enmarcar y desde la que quiere dialogar con la poesía peruana actual.

Hermanos elfos como título revela tanto el universo temático como una característica de la estructura de los versos. Con relación al primero, el libro construye su universo ficcional con elementos propios de la mitología grecolatina o del mundo medioeval de raigambre europea, y desde el plano estructural el título juega con la disposición sustantivo-adjetivo. Este último es la constante estilística del poemario: los treinta textos utilizan esta estructura en la mayoría de los versos con la finalidad de calificar, valorar, describir, brindar propiedades, rasgos de sus personajes o de la nueva naturaleza creada en la ficción de Hermanos elfos.  Además, la relación sustantivo-adjetivo del libro de casas permite crear los nuevos referentes que son dables en la lógica del poemario. Sin duda, a partir de lo anterior, la sinestesia es un recurso empleado por Casas, sin embargo, como observará el lector, no solo es una estrategia, sobre todo es una forma de conocer el mundo.

Con relación al locutor de los poemas, considero que este asume dos posturas: la primera es la de un observador que enuncia, describe, la realidad percibida, tal como sucede en “Gnomos pardos”, y sobre la cual no influye ni transforma dicha realidad. Es un figura distante que presenta al lector el mundo mágico-mítico que se diseña en el poema. La segunda es la figura de un locutor que forma parte del universo representado en el poema, se implica en él con sus propias creencias, vivencias y afectos; así, el locutor del poema no se sorprende de lo que se vive en esos espacios. Es más, convive, dialoga o interactúa con los otros seres que pueblan esos mundos. Los ejemplos se encuentran en “Marquesito carmesí” o “Baronesa lila”. Es importante señalar que en ambas posturas, al locutor le interesa sobremanera cerrar o culminar los poemas, en otras palabras, los poemas “narran” historias que desean ser finalizadas con el objetivo de que el lector perciba un fin no del mundo mágico sino de la escena representada. Muestras de esta afirmación son los poemas “Mery luna” o “Azur infanta”.

Uno de los elementos resaltantes en Hermanos elfos es el trabajo con el ritmo del poema. Este no se logra a partir de ceñirse a una determinada regla métrica: su ritmo se logra con el empleo de reiteraciones de determinados sonidos como los nasales y las consonantes líquidas que permiten un juego aliterativo destacable. El ritmo del libro también se logra con el juego de repeticiones tanto de vocablos como de imágenes que vuelven a aparecer o reiterarse en el cuerpo del poema. También es importante remarcar que el libro apuesta por el verso libre con una tendencia al empleo de las dieciséis sílabas métricas, así como también hacia una preferencia por el versículo menor. Un texto que se aleja del uso del verso es “Pandora alhelí” dado que se enmarca en las coordenadas del poema en prosa.

Finalmente, considero que Hermanos elfos es un poemario insular en el actual concierto poético peruano, así como también, se convierte en la invitación al lector para transitar por mundos mágicos, acaso oníricos, no con la finalidad de evadirse de la realidad, sino para confrontarla y criticarla desde otras propuestas poéticas. Carlos Casas ofrece una hermandad poética en la que “azul y ondina son principios de un amor interminable” (54).

Luis Eduardo Lino Salvador es Magíster y candidato a doctor en Literatura peruana y latinoamericana por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es profesor asociado del Departamento de Literatura en dicha casa de estudios. Asimismo, es coordinador de la Maestría en Lengua y Literatura del Posgrado de Letras de la UNMSM.