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¿Qué es la Danza Fantasma?

La danza fantasma sigue siendo una parte importante de la historia cultural nativa norteamericana en parte debido a la carnicería salvaje del ejército de los Estados Unidos en el campo de batalla de Wounded Knee en 1890. Este fue el tema de una monografía clásica de James Mooney (1861-1921), estudiante de Franz Boas. La investigación de primera mano de Mooney se refirió a la propagación del movimiento de danza fantasma en el oeste de Norteamérica en el período de reserva temprana y a las acciones tomadas por los militares para reprimirlo. Su propia simpatía por la lucha nacionalista irlandesa por la independencia de Gran Bretaña llevó a Mooney a ver el baile de los fantasmas como un producto de la historia de contactos euroamericanos y la impotencia de los nativos americanos. Las danzas promovieron la solidaridad y la resistencia a la dominación o asimilación. Mooney también comparó la danza de los fantasmas con las religiones milenarias en Europa, Asia y otros lugares y su monografía sigue siendo un modelo para el estudio de tales movimientos, tanto teórica como metodológicamente.

Los etnohistoriadores han informado de considerables variaciones locales y regionales en las representaciones de danza fantasma. Algunos bailes enfatizaron la militancia e incluyeron la creencia en camisas fantasmas a prueba de balas. Muchos de ellos se dedicaban a celebrar el regreso de los héroes guerreros ancestrales y al rito para devolver la vida a los muertos. A otros les preocupaba más evitar las enfermedades y promover la fertilidad. Los estudiosos han argumentado que los llamamientos a la revitalización cultural y demográfica aumentan las probabilidades de supervivencia cultural y la creación de nuevas formas de comunidad moral. Por lo tanto, no es sorprendente encontrar que las danzas continúan en muchas reservas tribales hasta el día de hoy.

Autor: Marco (Anthropology and Practice). Aprende más sobre mi y estate al tanto de mis publicaciones en Instagram.

Académicamente, la danza fantasma se encuentra en el centro de las discusiones sobre los límites de la etnohistoria, la historia y la antropología. Los etnohistoriadores lo consideran una reacción a la incursión de los colonos euroamericanos en reservas y cotos de caza. Evitan las generalizaciones globales, prefiriendo enfatizar las circunstancias dentro de cada tribu, argumentando la ocurrencia histórica de la danza principalmente entre los grupos más pequeños que sufrieron más enfermedades y la pérdida de áreas de refugio. Los historiadores rastrean la danza hasta las privaciones sociales y culturales después de la colonización y despojo de los pueblos indígenas. Las políticas gubernamentales trajeron consigo un aumento de enfermedades, pobreza y diáspora. Algunos historiadores ven la danza fantasma como parte de un proceso global de expansión europea y la marginación de los pueblos indígenas que data del siglo XV.

Los antropólogos han encontrado formas culturales comparables con la danza fantasma en muchas partes del mundo y han empleado una plétora de términos para caracterizarlos: religiones de los oprimidos; movimientos nativistas; movimientos mesiánicos; movimientos transformadores. La reciente etnografía norteamericana de danza fantasma ha comenzado a examinar las propias categorías de significado y agencia de los bailarines, en el contexto de la novedad y continuidad cultural. Este ha