Cosmogonía heliopolitana: Un dios con tres dimensiones.
En el antiguo Egipto existían diversidad de cosmogonías, es decir creencias sobre el origen del universo. Había, así una cosmogonía heliopolitana, una cosmogonía menfita, y así entre otras.
La cosmogonía heliopolitana, llamada así porque su origen se encontraba en la ciudad de Heliópolis. El dios solar egipcio heliopolitano creador del universo, se concebía como poseedor de tres dimensiones, que representaban las diferentes posiciones del sol durante el día. Khepri era el sol naciente, Re, el sol del mediodía y Atum,el sol poniente. Es el mismo dios con tres formas diferentes.
Autor: Marco (Anthropology and Practice). Aprende más sobre mi y estate al tanto de mis publicaciones en Instagram.
Antes de la creación solo existía el Nun, un universo acuoso,una extensión líquida, oscura y silenciosa. El primer ente que emerge de las aguas del Nun es una colina, denominada Benben. Las pirámides evocarían a las primeras colinas que emergían cuando se retiraban las aguas del Nilo después de la inundación anual. Un segundo ente que aparece en la creación es el pájaro primordial (Ave Benu, que sería una lavandera egipcia o una garza real) que emite un grito y se eleva a partir de la colina primordial hacia el cielo.
El tercer ente que aparece es Atum- Khepri, que representa la aparición de la luz.
La eneada de Heliópolis
De estos tres, será la dimensión que representa al sol poniente, Atum, la que será la creadora de la primera pareja de dioses, “Es Atum quien vino a la existencia como aquel que se masturbó en Heliópolis./ Agarró su falo con su puño/para provocar un orgasmo con él/ Y los dos hijos hermanos nacieron, Shu y Tefnut.”
Una vez creados, Shu y Tefnut son los que generan la segunda pareja divina, Geb, la tierra y Nut , el cielo. Se produce la separación del cielo y la tierra por Shu (el aire). Éste le da Nut a su padre Atum (el sol) para que more en ella.
De la unión de Geb y Nut nace la siguiente generación de dioses primordiales: Osiris, Isis, Seth y Neftis. Así tenemos a los nueve dioses que conforman la Eneada de Heliópolis.
La pirámide como expresión de la solarización de la religión egipcia
Una pirámide sería a) un símbolo creacional y recreacional (resurrecional) ya que reproduce la colina primordial, primer ente de la creación, además, el faraón ascenderá al cielo a partir de ella, b) es un símbolo ascensional, ya que el dios solar se eleva a partir de ella al cielo y c) es un nuevo ente creado y una marca en el paisaje igual que la colina primordial, ya que es bien visible a kilómetros de distancia.
Fuente: Información extraída del curso de egiptología dirigida por los profesores Jose Llull y Josep Cervelló en la plataforma educativa Coursera
